jueves, 20 de febrero de 2014

Siete meses con la Fitbit Flex

Después de más de siete meses que llevo con la Fitbit Flex puesta sigo encantado con ella. Sólo me la quito para cargarla y de los inconvenientes que mencionaba en mi post de julio sólo queda uno que es el material de la pulsera, ya que el tema de los repuestos está solucionado y además lo conozco personalmente por lo que os conté en este post.

Como dije en su día el material de la pulsera se desgasta rápido y si a eso le sumas que hay estar sacando y metiendo el monitor cada vez que lo tienes que cargar el resultado después de este tiempo de uso es el que veis en las fotos:




Con el monitor dentro queda así y la verdad es que una vez puesta la rotura pasa bastante desapercibida.


Cuando llega esta situación tienes la opción de comprar pulseras nuevas o si usas la pequeña (como es mi caso), cambiar a la grande (al comprar la Fitbit Flex te vienen dos medidas).


En estos meses de uso el funcionamiento ha sido perfecto y la aplicación móvil ha mejorado muchísimo, por otro lado, el servicio de atención al cliente me parece excepcional como ya he comentado varias veces. Lo que también merece la pena destacar es que en poco tiempo han aparecido bastantes competidores aparte de los ya conocidos (Jawbone y Nike), pero eso es tema para otro post.