sábado, 17 de octubre de 2015

¿Por qué corro?

La vida que llevamos nos hace en ocasiones dejar de lado cosas que nos gustan, a veces simplemente porque la rutina del día a día te hace olvidarte de ellas y cuando te quieres dar cuenta han pasado semanas incluso meses.

Un ejemplo claro es este blog en el que durante 2015 sólo he escrito un post (éste es el segundo), y otro es el tema de correr, el 20 de septiembre corrí la carrera Madrid Corre Por Madrid, la semana siguiente empecé con una congestión nasal que no me dejaba respirar bien y cuando te quieres dar cuenta llevas un mes sin hacer ni un kilómetro.

Pues bien, esta mañana me he dicho... vamos a salir, he limpiado mis fosas nasales con suero fisiológico y he empezado a correr con la intención de hacer 4 o 5 kilómetros, el caso es que no me veía fino y no estaba a gusto, iba alto de pulsaciones y notaba que me costaba... esas sensaciones han durado 3,5 kilómetros y de repente empiezas a darte cuenta de que te vas encontrando mejor y de que aunque es el primer día después de una larga temporada sin correr, tus piernas y tu coco empiezan a responder de nuevo y te dices a ti mismo... venga!!! un kilómetro más, los pensamientos vuelven a ser positivos, te vas aislando de tus problemas cotidianos y aunque no es precisamente tu mejor momento como corredor, simplemente estás feliz, es una sensación que sólo puedes entender si corres. Al final he hecho 8,5 kilómetros y después de estirar y la ducha estaba realmente encantado.

Yo empecé a correr el 1 de marzo de 2012 y en estos 3 años y pico ya he corrido muchos 10K y 2 medias maratones y aunque hay momentos en los que te planteas... ¡qué coño hago aquí, madrugando un domingo para participar en una carrera! cada vez que cruzas la meta ya estás pensando en la siguiente y planteándote un nuevo reto. Al final es un tema de superación personal, correr un poco más rápido, correr más distancia, mejorar en ese tramo que siempre se te atraviesa...

Desde que corro he adelgazado, me encuentro en forma y cada vez que salgo desconecto del día a día cosa que sobre todo este último año me ha venido muy bien para olvidarme por unos instantes del trabajo. Además he descubierto recorridos o sitios que a los que no habría ido si no saliese a correr, a veces sólo y otras con compañía.



En definitiva, lo que me aporta es súper positivo y simplemente recomiendo que cuando salgas a correr salgas a disfrutar, de manera que cuando termines te encuentres a gusto y ya estés pensando en por donde vas a correr el siguiente día que salgas. 

Por cierto, a los que no lo habéis probado... cuidado que engancha!!!