domingo, 28 de julio de 2013

Tres semanas con la Fitbit Flex puesta

Voy a haceros el primer análisis sobre el monitor de actividad Fitbit Flex que me compré hace tres semanas. Lo primero que he de decir es que la he llevado puesta desde el primer día y sólo me la he quitado para cargarla.




Ventajas
Es bastante cómoda para su uso diario.
El hecho de tener objetivos diarios hace que procures moverte más (andar, subir escaleras…).
Bebo más agua porque me obligo a cuantificar lo que bebo en la aplicación.
En tres semanas han actualizado la aplicación de móvil dos veces (es uno de sus puntos flojos respecto a otros monitores de actividad), pero como dije en el primer post, no me preocupa porque siempre se puede ir mejorando y de hecho lo hacen a menudo.
Buena respuesta en redes sociales, cuando he comentado o preguntado algo me han respondido muy rápido.
Análisis del sueño, algo que nunca me había planteado y que ahora puedo ver a diario, analizando lo que duermo y lo que descanso realmente.
Me he duchado y bañado en la piscina con ella sin problemas. En breve la estrenaré en el mar, ya os contaré.

Inconvenientes
Por ahora no venden algunos repuestos sueltos como el cable de carga o el adaptador de sincronización inalámbrica, espero que no se me pierda o rompa ninguno.
Los bordes se desgastan bastante rápido pero vamos, para mí no es nada grave, sólo afecta a la estética de la pulsera pero prefiero llevarla todo el día y aprovecharla que tenerla perfecta porque me la quito cada dos por tres para que no se ponga fea, además puedes comprar pulseras nuevas y cambiar el monitor cosa que no podrías hacer con otras marcas.


Sin juzgar
No tengo demasiada tendencia a engordar y aunque procuro cuidarme no llego al nivel de registrar los alimentos que como así que no uso esta parte. La verdad es que además me daría bastante pereza tener que ver las cantidades y calorías de cada cosa que como para introducirlas en la aplicación.

En resumen, muy contento y la recomiendo 100%

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